viernes, 26 de febrero de 2010

Madres 2

Cristina lleva casi nueve meses de sufrimiento, ella realmente no quiere esto, nunca lo quiso, fueron muchas las causas para el no y una sola para el si, lastima que esta ultima fue demasiado débil como para compensar el resto.
Abogada cuasi exitosa, dueña de si misma y de lo que la rodea, ahora piensa que deberá relegar mucho de su vida, de su éxito, de su independencia, de su intimidad y esto no esta en sus planes, decidió continuar con el embarazo solo por que no esta a favor del aborto pero muy dentro suyo no tiene ni la mas minima conexión con ese ser que debería ser parte suya, una prolongación de su existencia una bendición.
Ya estaba todo listo, el papeleo ya se había preestablecido y estaba absolutamente todo convalidado, al momento de parir se libraría de este “problema” y seguiría con su vida, podría volver de su supuesto alejamiento por estrés para guardar las apariencias y podría dejar ese fatídico año sabático que tuvo que apurarse a tomar en medio de las preguntas de sus asociados.
El dinero le sobra, las comodidades también, y su autoprogramación de todos los detalles le permitieron que esto se manejara lo mas “discretamente posible” solo ella, su hermana y colega y su doctor ,amigo de la infancia, confidente desde siempre, serian los únicos que sabrían de “esto”.
Esa tarde los dolores le parecieron insoportables no podía estar ni un minuto mas conteniendo “eso” que le estaba arruinando la vida, llamo al doctor y este preparó todo en la pequeña clínica privada, su hermana tenia todo listo para llevárselo a un Juez de menores.
Todo fue milimétricamente calculado y así salio, la pequeña vio la luz sin mayores complicaciones, Cristina dolorida en su cuerpo aliviada en su mente, podría seguir con su vida y olvidar todo esto.

Suena el teléfono
-    Carlos atendé por favor !!! estoy con el nene haciendo las tareas
-    Deja gordita yo voy .
          Si hable ….
          Ya ???
          siiii siii tenemos todo, salimos para allá,
          por favor se que es tarde pero si nos esperan en 20 minutos llegamos,
          está bien, si si no se haga problema,  y gracias
          gracias, mil gracias.
-    Gorditaaaaa, cambia al nene, era del juzgado, tenemos la nena gordita, tenemos la nena!!!!! –
-    Vení amor, vamos a buscar a tu hermanita.

Se abrasaron se besaron los tres, saltaron de alegría, la pequeña casa, ya tenia un dormitorio mas, aquel que años atrás había preparado para su hija que nunca llegó, aquella que siendo un angelito decidió volver al cielo, sin llegar a conocer a su familia. Estaba todo listo en sus corazones para recibir ese regalo, esa bendición que alegraría cada uno de sus días.

martes, 23 de febrero de 2010

Madres

La noche le franqueaba el paso y la selva se había convertido en una fortaleza impenetrable, su pequeño y frágil cuerpo se estremecía con cada uno de los sonidos que emanaban por doquier.
La picardía de esconderse de su grupo y hacer enojar a sus padres estaba costándole demasiado caro, piernas laceradas por espinas que se asemejaban a dagas hambrientas, magullones en sus brazos y la ropa hecha jirones eran solo el inventario visual de su tragedia.
Un cañada profunda tapizada de musgos lo había tragado absorbiéndolo del sendero y de la conexión con el contingente que visitaba el mato grosso, con sus infantiles 9 años no tenia mucha chances de sobrevivir.

La búsqueda había sido infructuosa, el grupo de rescate nada podía hacer en medio de la noche y aun cuando algunos lugareños se ofrecieron a continuar todos sabían que las posibilidades se acortaban bruscamente con la llegada de las penumbras.

El corazón le latía con la furia de una estampida, seco de llorar se había acurrucado en posición fetal en la base de un enorme y frondoso árbol, quizás buscando que lo abrace y lo cobije como si volviera al útero materno en una regresión propia del desasosiego que lo embargaba.

Olio en el cielo ennegrecido por el techo de árboles y percibió el aroma a miedo mezclado con sangre y sudor, días habían pasado desde su ultima presa y ya sin nada en el estomago y sus cachorros lejos de ella, sus sentidos se agudizaban aun mas.
El negro de su pelaje la camuflaba perfectamente siendo mas noche que la noche misma, solo sus grandes pupilas dilatadas y los blancos colmillos la volvían visible.

Lleno de barro y mojado hasta los huesos no podía dejar de temblar y de pensar en sus padres en su casa, en volver; nunca mas se alejaría de sus padres, nunca mas se portaría mal, solo le rogaba a su Diosito que no le pasara nada y que alguno de esos ruidos fueran producto de la llegada de sus padres y del rescate tan ansiado.

Sus padres con el corazón yermo y la garganta florecida de tanto gritar su nombre no podían dar crédito a lo que les estaba ocurriendo desechando cualquier  otro final que no fuera el encontrar a su hijo y abrazarlo para siempre, pero la realidad les cercenaba toda esperanza.

Sus ojos se entrecerraron sigilosamente se deslizo por la alfombra verde de musgo y esperó paciente el momento oportuno, agazapada, tensando cada uno de sus músculos predispuesta a un solo salto que le prodigara la victoria.

Una vez más recordó sus juguetes su cama, la caricia de su madre en la mañana el apretón de su padre por la tarde, la desesperación finalmente lo venció.

Vio la oportunidad perfecta, su presa yacía en el piso temblando, un salto potente, una certera dentellada y todo había terminado.

En ese mismo instante su madre se paró en seco, un dolor en el pecho le desgarro el alma, grito el nombre de su hijo y cayo de bruces al suelo, sabia internamente lo que habia ocurrido.


La mujer se vio arrastrada por su marido hasta que juntos tendidos en el piso se lloraron la vida.

La pantera llevaba entre sus fauces el alimento que permitiría seguir manteniendo a sus cachorros un tiempo más.


La mujer hubiera matado por salvar a su hijo, la pantera habia matado para salvar los suyos.

jueves, 18 de febrero de 2010

Remedio

Existe el remedio para curar la muerte?

Con esta pregunta se sentó sobre la cornisa del edificio, la noche hacía su entrada y las primeras sombras ocultaban su cuerpo en las alturas, miró hacia las tenues luces de la ciudad y recordando un viejo chiste sonrío con desgano.
Habían pasado días muy duros, donde la muerte era cosa común, unas semanas donde las camas se vaciaban demasiado pronto y la terapia no lograba ser todo lo intensiva que el hubiera querido.
Medico por deseo familiar, terapista por necesidad, se veía hundido en un submundo de cables, oxigeno, dopamina y desfibriladores, remedios inútiles para combatir la muerte, un estado de depresión le machaba el pecho y lo llevaba a cuestionarse su propia existencia.
Los pies bamboleándose en el vacío y la mente en un mundo lejano, hacia preveer lo peor o lo mejor, al menos para él.
De repente las sirenas lo sacaron de su transe, mirando la escena desde arriba pudo ver como los paramédicos ingresaban un cuerpo demasiado pequeño como para ser un adulto, la entrada había sido demasiado aparatosa como para que solo sea un accidente común, esto lo empujó a levantarse y bajar para ver de que se trataba.
La sala de guardia estaba atestada de médicos y enfermeros un joven estaba tirado en la camilla sin signos vitales, hicieron algunas maniobras pero no lograron reanimar su cuerpo, la sabana cruel tapaba su rostro.
- Ya Está !! no van a seguir intentando – les gritó.
- Ya se fue Doc, no te gastes, después de todo ellos se lo buscan.
No podía creer que le dijeran eso, no debería ser así. Había aprendido que la única forma de perder era darse por vencido y esa no era una opción.
- Trae ya la epinefrina! que este, no se me va a ir tan fácil.
- Anda vos!, yo estoy cansado, como mierda haces para seguir en pie después de 48hs en la UTI, anda a tu casa y dejate de joder que en cualquier momento te vamos a tener que internar a vos!
Un empujón seco, cerro la conversación, se abalanzo sobre los cajones buscando lo que necesitaba, una enfermera lo siguió y secundo en la tarea.
Un par de intentos y nada, no había caso, indignado con la vida, brutalmente enojado con la muerte no dio signos de aminorar la marcha, hasta que finalmente pudo arrancar los primeros pulsos a ese corazón maltratado. Tras estabilizar la situación salio de la pequeña sala de emergencia, dio unos pasos por el pasillo pero su corazón se cobro el esfuerzo, como un viejo muñeco de trapo cayo al piso.
Se despertó sobresaltado, estaba sentado aun en la cornisa del edificio y sonrío al salir de ese pequeño sueño.
– Tengo que irme a casa, si me quedo dormido de nuevo no voy a contar el cuento – pensó y se repitio a si mismo - Todo fue un sueño, un mal sueño -
Bajó por las escaleras hasta la sala de emergencias pero un revuelo de médicos no lo dejaba avanzar, cuando por fin pudo abrirse paso escucho a uno de sus compañeros que decía
-    Basta, se nos fue, yo no voy a seguir con esto, no pienso dejar mi vida acá!
Corrió la cortina y vio su cuerpo tendido sobre la camilla.
La sabana implacable cubría su rostro.
- Existe el remedio para curar la muerte? – Se volvió a cuestionar

martes, 16 de febrero de 2010

Sinceridad

Sus miradas se habían encontrado en más de una oportunidad, todo se fue dando de manera natural. Sin pensarlo habían trasgredido mas “normas”  de las que hubieran querido pero esto es así, el corazón subyuga a la razón.
Encuentros casuales primero, premeditados después, furtivos, alocados, descontrolados, sintiéndose al acecho de todo y de todos pero aun así sus corazones latían mas fuerte por su proximidad que por el riesgo que corrían.
Si los hubieran encontrado seguramente hubieran tenido apoyo pero solo unos pocos no pensarían y se dejarían llevar por lo que los sentimientos dictan, seguramente la gran mayoría, fríos de alma, hipócritas de corazón, lanzarían todo su arsenal atentando contra este amor prohibido.
Ese día ella, se sentó en la cama de aquel hotel a las afueras de la ciudad y antes de iniciar el ritual que los consumía en amor y pasión, le miró directamente a los ojos y soltó la frase que marcaría para siempre la vida de ambos y sin quererlo la vida de muchos

- Estoy embarazada

Hubo un silencio, lo tomó por sorpresa pero lejos de asustarse, la abrazo fuerte primero, con mucho cuidado después, se miraron, sonrieron, rieron lloraron, ella pensó en el futuro y le dio miedo, sabia que no entenderían, sabia que nada seria fácil y que si seguían adelante tendrían mucho por pelear, por abandonar, pero él, le tomo las manos, busco sus ojos temblorosos y llenos de lagrimas para decirle:

.-El amor, no teme, el amor nos une, el amor esta aquí, y eso es lo más grande.

Mañana de Domingo, la iglesia llena como siempre, algunos asistiendo de corazón, muchos por obligación o por que la costumbre lo dicta, pero todos presentes; algo distinto podía sentirse en el ambiente, los monaguillos estaban nerviosos y la misa se estaba retrasando, el Cura Párroco apareció sin su habitual ropaje ritual, pidió silencio y comenzó diciendo:

-    Queridos hermanos, quiero contarles algo muy importante para mi.
      he decidido dejar los hábitos, el amor de una mujer ha llenado mi alma
      y Dios nos ha bendecido.

Acto seguido y decir mas nada, se bajo del altar, caminando liviano como quien deja una pesada cruz se dirigió hasta la puerta, allí lo esperaba su amada en un viejo auto cargado de valijas, su destino, cualquier lugar donde pudieran empezar de nuevo.
Las miradas de aprobación se llenaron de sonrisas, las de reproche de odio, las indiferentes se extrañaron, pero la de ellos , las de ellos se les lleno de esperanza.
….. y DIOS vio que era bueno.

miércoles, 3 de febrero de 2010

Desearía

Desearía liberarte de las cadenas que la mente te impone
esas que inventan barreras y mundos imposibles de franquear
que tu cuerpo infinito, por siempre se pare sobre la tierra
y ya sin ataduras, al universo infinito pudieras volar.

Desearía que todo este dolor ni recuerdo sea en ti
que tu sonrisa surja entre las arrugas de madre
que tus ojos busquen el horizonte y tus pies besen la mar
llevarte agarrada de mi mano, como antes me supiste llevar

Te veo en la cama, ausente, dolida, cansada
cargando sobre tu espalda el dolor de años postergados
y mi mente vuelve al día donde cuando niño
acunabas en tus brazos las historias, los mimos, los regalos.

Desearía por fin verte feliz!
que los querubines sostengan tus pasos
en sus alas tus dolencias posar
Madre mía de mi alma, Dios perdone mis deseos
pero desearía que como el ángel que eres
abrieras tus alas y libre pudieras volar.

Aunque no lo leas es para vos viejita.