Entre tribulaciones y desesperanza el aprendiz se dirigió al gran maestro, dueño de una sabiduría infinita se hallaba meditando como siempre, temeroso de su pregunta mas que de la respuesta decidido ponerle fin a su pesada carga entonces preguntó.
.- Maestro, como puedo saber si eres tú el maestro que estoy buscando.
El gran Maestro levanto su mirada saliendo un profundo estado de meditación, esbozando una calida sonrisa lo abrazo con sus palabras.
.- La respuesta ya la sabes solo debes recordarla, es en tu interior donde debes hallarla, llevamos millones de años aprendiendo solo que no lo recordamos.
Aun mas consternado por la respuesta y por el cariño y comprensión con que fue realizada le dijo
.- Pero Maestro, si me equivoco habré perdido muchos años de entrenamiento.
.- Si te equivocas será parte de tu aprendizaje, no pierdas la oportunidad de aprender aun desde tus errores, debes recordar lo que ya sabes.
Sin más se levanto y al pasar por su lado posó su mano en la cabeza diciendo
.- Gracias por hacerme recordar lo que ya se. Todos somos maestros y aprendices a la vez.
Dicho esto se alejo a meditar.
Mirando el paisaje que le regalaba la naturaleza repitió las palabras en su interior
.-No pierdas la oportunidad de aprender, todos somos maestros y aprendices a la vez.
Sentado en la parte mas alta de la montaña podía ver el valle en toda su extensión, aun así no podía ver lo que realmente estaba buscando, la inmensidad del paisaje era abrumadora, si, pero buscaba algo mucho mas inmenso todavía.
Comencé diciendo
.- Se que estas ahí, que aunque esta pequeña visión que llamamos realidad me impide saber donde estas, miles de años han hecho de mi un ser incompleto, millones de vidas no han logrado saciar ese espacio que llevo dentro de mi, sin embargo se que estas ahí.
El viento meció la poca vegetación reinante y un escalofrío recorrió mi cuerpo. Sonreí.
.-Sabia que estabas aquí, justo detrás mío, pero también estabas lejos, tan lejos como yo quisiera que estés, pero no donde quiero, por que no logro sentirte.
El vuelo del cóndor me sacó de mi visión terrena para obligarme mirar a los cielos, su vuelo majestuoso sin siquiera mover un músculo me produjo un sentimiento de admiración, cada detalle de su cuerpo aerodinámico estaba pensado para justamente eso, volar. Sonreí.
.- Se lo que tratas de hacer, es fácil cuando las limitaciones no existen y puedes hacer lo que te plazca cuando te plazca, esa ave no piensa en su futuro y sin embargo vive, me es imposible adoptar esa idea y tu lo sabes.
Un pequeño zorro a lo lejos oteaba mi posición, saque de mi mochila un trozo de fiambre que llevaba y lo partí en dos mitades, lentamente lo moví en el aire y su aroma llevado por el viento llego hasta el hocico del animal, visiblemente turbado por mi presencia no sabia que hacer, lentamente se fue acercando, deje el pedazo de carne ahumada en el suelo y me fui moviendo hacia atrás para dejar el espacio suficiente que le permitiera al animal acercarse sin sentirse amenazado. Sonreí
.- Me imagino que es una sutil manera de decirme que debo tomar cierta distancia tanta como sea necesaria para lograr sentirme a gusto y no sentirme amenazado por tu presencia.
Compartí mi comida con ese pequeño y asustadizo animal, comulgando miradas, midiendo movimientos, tratando que confiara en mi, que abriera sus defensas y me dejara entrar en su espacio, pero, que difícil que era, cada intención mía era anticipada por el pequeño zorro y a cada movimiento le seguía uno de él, que en cierta manera lo ponía en algún punto donde podía escapar tan pronto como se sintiera en peligro. Sonreí.
.- Eres realmente increíble.
Terminamos de comer y ni bien quise cambiar de posición el zorro salio corriendo alejándose de mi lo mas rápido posible, a partir de ese día todas las tardes antes de caer el sol llevo mi pedazo de jamón ahumado, me siento en la colina a esperar, el pequeño zorro llega ni bien abro mi mochila, yo espero día tras día acortar la distancia y llegar a estar lo suficientemente cerca de ese pequeño y escurridizo animal; se que algún día llegaré a ganarme su confianza y me dejará entrar en su espacio, al igual que algún día yo hare lo mismo contigo y también sonreirás.
Sentado en su escritorio, garabatea unos cubos y los volvía a tachar, espera continuamente que su antiguo celular le regale la alegría de un volver.
Pasaron algunos años desde aquella vez, y un poco menos desde su ultima visita a la ruleta, vinieron a su mente los recuerdos de aquella tarde sombría, al bajar las escaleras con la campera repleta de dinero pero tan pobre de corazón y tan vacío en el alma como el mismísimo hades se topó con un niño de contextura delgada a quien literalmente arrollo con su cuerpo tirándole al piso sin darse cuenta, nada lo perturbaba; siguió su camino así, sin mas, pero el llanto del pequeño lo trajo de vuelta al mundo de los vivos, retrocedió sobre sus pasos y trato de consolarlo, le limpió las lágrimas le acomodo las ropas, se cruzaron al local de comida de la esquina a saciar un poco su hambre, el físico y el otro.
Ese niño le había hecho el mejor regalo, lo había traído de vuelta.
Sacudiendo su cabeza como tratando de despejar las ideas se dirigió al hospital zonal a pedir ayuda al presentarse dijo:
- Aquí estoy, necesito que me ayuden.
Tardo algunos meses en recuperarse de su adicción, y otros tantos escapando de las reincidencias, pero tenía en claro que su única meta era abandonar su pasado y mirar hacia delante.
El viejo celular seguía en su escritorio día tras día, el sabia que tenia amigos en común que si Dios le había otorgado una segunda oportunidad de vivir también podría darle una segunda oportunidad con su familia, y que alguien les contaría de su cambio de su esperanza, pero los años se seguían sucediendo y la llamada no llegaba.
Ese tarde se le cayeron todas las estructuras internas y comenzó a pensar que todo había sido en vano, que jamás recuperaría lo perdido y que ya nada tenía sentido, dejo todo como estaba, tomó su piloto, se despidió de todos como si ese fuera el ultimo día y avanzo hacia la puerta, cuando estaba subiendo el ascensor acaricio el revolver que siempre llevaba entre sus ropas preparándose para el final.
Una mano detuvo la puerta, antes que se cerrara alcanzo a oir a su compañero que decia
Llego con el cuerpo cargado de tóxicos, algunos fajos de billetes doblados en el interior de la campera se escondían de cualquier curioso que pudiera sospechar que tras esa apariencia de medio linyera medio loco había semejante cantidad de dinero y una botella de whiskey barato a medio terminar.
Subió las escaleras sin mirar siquiera, su mente estaba llena de recuerdos uno tras otro se le aparecían pero todos se truncaban por la ultima imagen que le había arrebatado las ganas de vivir.
Sin saludar se sentó en la mesa, saco un fajo de billetes y lo presentó con un golpe seco y áspero, colocó la botella después de meter un trago profundo a su contenido.
Un hombre salio del fondo de la habitacion.
.- Saben a que vienen y son responsables de sus actos, yo simplemente oficio de intermediario – Dijo ceremonialmente y acto seguido abrió la caja.
Una vuelta y la imagen de su pequeño hijo jugueteando en el patio de la casa, segunda vuelta, su mujer sonriente al verlo llegar, tercera vuelta, el bautismo de su niña, cuarta vuelta, la carta de su mujer en la mesa …
Clic….
.- Vas bien – le dicen
Se redobla la apuesta, otro fajo y su rostro inmutable
Una vuelta, su niño recibiendo la bandera en la escuela primaria, segunda vuelta, su mujer agarrándole de la mano para caminar, tercera vuelta, los primeros pasos de su niña, cuarta vuelta los placares vacíos el silencio que aturdía ….
Clic….
Su partener sonríe nervioso, mientras hace girar el tambor el sudor le corría por su rostro y el miedo mezclado con el hedor del alcohol lo embriagaba aun mas.
Un estampido hizo temblar el ambiente, el olor a pólvora y sangre llenó sus pulmones, recordó que la carta terminaba diciendo
“…. Tu adicción nos esta matando a todos, pero nosotros queremos vivir, no nos busques por favor, por una vez pensá en tus hijos.
Esther. ”
Levanto los fajos de la mesa le entrego uno al testigo, y salio sin decir nada.
Mientras bajaba las escaleras, tan vacío como llegó, un pensamiento le daba vueltas en la cabeza
“todavía me falta pagar por todo el daño que hice”.
En estos momentos cuando ya no estas, cuando por fin tu cuerpo descansa y tu alma esta en manos del mas grande, es cuando me vienen a la memoria cosas como esta:
.- Recuerdo tardes de matecocido con pan y manteca mientras veía los dibus.
.- Recuerdo como corrías de acá para allá con la comida para que lograra comer “algo” y de cómo me dabas con los gustos aun cuando en esa época “no se podía”.
.- Recuerdo la ropa limpia y ordenada, siempre, y no una muda, TODA, porque “Se será pobre, pero limpio”.
.- Recuerdo las nochecitas sentados en el patio mirando el cielo y vos con tu tercer grado intentando explicar mis preguntas a cerca del cosmos con tu incansable “Que chiquitos que somos”.
.- Recuerdo como amasabas el pan par el viejo que se lo devoraba con aceite y berenjenas en salsa.
.- Recuerdo tus levantadas a las 4 para que el “Pa” sacara turno en el hospital de niños así no pasábamos tanto frío hasta las 7 que llegáramos.
.- Recuerdo tus cuidados eternos en todo momento, mi bendita alergia y la tos convulsa siempre te trajeron a mal traer.
.- Recuerdo la sagrada hora de la siesta y tu “Se sale después de las 5 de la tarde” aun cuando todos estuvieran jugando al carnaval, todavía te debes reír de esto no ??
.- Recuerdo Tus idas y vueltas la Ministerio para conseguir las becas para el colegio, la colas para pedir los cuadernos y el guardapolvo. de colegio.
.- Recuerdo la alegría y el orgullo con cada nuevo año de colegio.
.- Recuerdo siendo adolescente impetuoso y rebelde con el bolso en la mano presto a tomar otro rumbo dejando mi casa y tu “ Tu padre es así, dejá que yo hable con el”, tus lagrimas en los ojos y la frase que me marcó “Si vos te vas yo me muero”.
.- Recuerdo tu apoyo incondicional en mi primer trabajo
.- Recuerdo recibiste con los brazos abiertos a la Clau cuando la lleve a casa.
.- Recuerdo cuando los senté a los dos para decirles que me casaba y tus incansables “cuida a esa chica”
.- Recuerdo que al tener todas mujeres siempre me decías “hija …uuu perdón hijo mío”
.- Recuerdo el amor que le prodigaste siempre a mis hijos
.- Recuerdo cuando por fin te casaste por la iglesia cuando cumpliste 50 años de casados.
.- Recuerdo como siempre cuidaste del viejo hasta los últimos suspiros dándole tu amor incondicional a veces a cambio de nada.
.- Recuerdo cuando estuve realmente mal y a borde del abismo en lugar de apañarme me corregiste y me “Zarandeaste” para que reaccionara.
.- Recuerdo que siempre fuiste nuestro punto de unión “Madre hay una sola y justo me toco a mi”.
.- Recuerdo tu incansable “ Sean unidos, no se peleen”, esas ultimas palabras antes que tu cabecita te negara la posibilidad articular palabras.
.- Recuerdo tu sufrimiento final y la dolorosa agonía en que te sumió la vida, tal vez, para glorificarte aun mas después de haber tenido la bendición de ser madre, mi madre.
No encontré ningún recuerdo malo, y te juro que lo busque, pero no pude encontrar, ojala yo pudiera ser la mitad de lo que vos fuiste , sos y seguirás siendo para mi.
Con todo estos hermosos recuerdos me es imposible estar mal, por que te llevo conmigo a todas partes.
Siempre voy a recordarte por que aprendí a vivir a tu lado.
