Little Payada - Recharged

Triste destino de aquel
que la pena opaca el sentir
sintiendo ya sin vivir
y viviendo ya sin sentido
del amor solo el olvido
se acuerda de su oscuro ser
y ya sin más no poder
se hunde en un penoso hastío.

Pero el amor que es todo brío
no se camufla ni anda con vueltas
se presenta de golpe y en alerta
rescatándonos de semejante frío
al galope se  apura el corazón  bandido
el alma en vilo a veces nos deja
con golpe certero y mano yerta
clavando su flecha viene el cupido.

A continuacion va el aporte de quienes se animaron a continuar esta pequeña payada

El Gaucho Santillan 

con golpe certero y mano yerta,
clavando su flecha, viene el cupido,
màs veces, trae sorpresas,
y no lo digo con menoscabo,
que apunte mejor el cupido,
que siempre me ensarta los travos!

Duna 

Dispara flechas Cupido,
sin meditar dirección
suelen ir al corazón
y pillan desprevenido;
dejan todo dolorido
si no cuajase el amor
produciendo gran dolor
Cuesta mucho recobrarse
y seguir... ,y levantarse
todo lo cambia... hasta el color...

Las prosas de Marina tambien presentes

Amargas palabras las del desamor, cuando se hace estado largo en la vida, 

pero el amor de verdad, que cuando irrumpe asi de golpe

, borra de un plumazo, el triste pasado y pinta todo de colores.

Cuenta Atras

Diez meses me llevo encontrarte
Nuevenido para perderte
Vivo en un sueño O choco con la realidad
Si he tenido tiempo y logre cambiar
Seiscientas veces jure cuidarte pero...
Cincomentarios solo se amar.
Cuatro paredes yo te ofrezco
Volemos juntos, alejemos el esTrés
Solo necesitamos una Dosis de amor
NingUno de nosotros quiere más
Cero

Barrilete

De tu corazón un hilo me une
de tus labios un roce me hace volar
una caricia insufla aire en mis venas
mis cañas se doblan me empiezo a elevar

Soy hoja que meses con tu mirada
la humedad de tu cuerpo equilibra mi ansiedad
me mantengo en el aire solo con tus besos
confío en ti y contigo..... hasta el final

Tierno equilibrio es el que tengo
Pues cautivo soy libre
Y aun libre no puedo escapar
De tu mano sigo volando

Contigo siempre juntos
Juntos Hasta el final.

Marchito

En la noche los ecos gritaban
soñando tenerte a mi lado.
Dibujo tu rostro en la nada
enjuago mis pecados en llanto.

Volver atrás en el tiempo
claro ejemplo desesperado
de una realidad imaginada
de un presente sin pasado.

Llorarte mil y una lagrima,
secas ellas de tanto desearte.
Mustio el corazón palpita
mas no puede esperarte.

Me alzo por sobre mis cenizas
en andas mis huesos levanto.
Mi pena tiene vida propia
y en el tiempo…
en el tiempo voy vagando.

Vacio

El lobo acechaba desde lo alto mirando “su” rebaño, el sabia que las tenia en la palma de la mano por así decirlo, no necesitaba hacer demasiado esfuerzo para tener a cualquiera de esas ovejas y eso lo hacia sentir poderoso.
Como todo macho alfa se vanagloriaba de sus victorias y saboreaba gota a gota el placer que le brindaba oler, lamer, morder cada parte de sus cuerpos, cuando y como quisiera, la sensación de poder era descomunal y el lo sabia.
Así cada noche decidía quien iba a ser su victima y que tipo de daño estaba dispuesto a realizar por que hasta eso tenia controlado.
Pero algo no funcionaba del todo bien, hacia tiempo que se lo notaba nervioso, inquieto, nada parecía satisfacerle demasiado y devoraba a sus victimas en demasía, aun así se sentía vacío.
Algo no estaba pudiéndose controlar y esto lo inquietaba, sabia que en cualquier momento iba a cometer un error y que el precio a pagar seguramente seria muy alto, pero no se podía dar el lujo de bajar de su pedestal y aun abatido se erguía por sobre todos demostrando su valía.
Esa noche eligió a su victima, la acecho y busco sus puntos débiles, sabia donde y como golpear para lograr su cometido, se relamía en la oscuridad de la noche y agazapándose como el cazador que era se aproximó a ella, no ataco de una, se encargo de mirarla a los ojos, de confundirla con su piel de cordero, de seducirla, de cortejarla.
Indefensa se dejó hacer, se abandonó en sus garras y entregándole su cuello, fue mansa a su final.
Un estampido se escuchó en la noche y ambos animales cayeron al suelo, ambos heridos de muerte; victimario y victima habían corrido la misma suerte y en una danza de sangre y locura se fueron apagando, el lobo quedo mirando el cielo, con la mirada vacía sin nada en su interior.
Así cada noche se sentía al acostarse en su cama, como aquel lobo, después de una noche de seducción, donde sus victimas no lograban saciar lo que el tanto anhelaba lo que el tanto necesitaba. En su caso no hubo cazador que descargara el plomo en sus entrañas, pero si una mujer que le rompió el alma, le arrancó el corazón y de la cual no pudo sobreponerse, por eso cada noche al mirar el cielo quedaba con su mirada vacía,  recordando lo vacío que realmente estaba por dentro.

Aprendizaje - 2

Cierto día estando el aprendiz atestado de problemas mundanos se le acercaron dos de los maestros y lo instaron juntamente con otro aprendiz mas, a emprender un viaje, con desgano acepto el reto.


Tomaron una carretera que se dirigía a la región del sur y después de haber viajado en silencio llegaron a unas ruinas de un antiguo asentamiento de monjes, un pequeño lago coronaba la vista. Bajaron los bolsos y los maestros dijeron “Hora de pescar”, no tuvo alternativas ya que sus miradas se clavaron en él para que preparara lo necesario.

Tomó las cañas preparó los aparejos sin entender donde residiría la enseñanza del día de hoy, su compañera de viaje preparo los demás, tendió una manta en el suelo y dispuso lo que habían traído para compartir de almuerzo.

Comenzó el día de pesca y los maestro se dividieron en dos posturas bien marcadas, uno, el mayor de ellos, solitario disfrutaba de la pesca sencilla el otro mas enérgico y mas joven deambulaba de aquí para allá, probando distintas alternativas, lugares y formas, mientras que al aprendiz se le había otorgado la facultad de mirar y ayudar en lo que fuera necesario aunque de tanto en tanto podía intentar atrapar algún pez.

La paciencia de uno, la energía del otro, la tranquilidad uno, el inconformismo del otro, ambos a su manera mostraban pequeñas enseñanzas que aunque sutiles valían en cuantía para el aprendiz.

Se reunieron a comer y se entabló el primer cuestionamiento, el aprendiz dijo:

.- Que hacemos con los peces ?? - el maestro más joven respondió –

.- Los llevamos a nuestro templo y los mantenemos en cautiverio, son muy lindos y quiero conservarlos para recrear mis tardes. – El mayor pregunto –

.- Podemos hacer eso ?? – el aprendiz respondió –

.- No seria justo, privaríamos de la libertad a un ser que por naturaleza es libre, lo mejor será liberarlos y dejar que retomen su camino.

Ambos maestros estuvieron de acuerdo con su respuesta.

Pasaron las horas y se volvieron a reunir los cuatro compartiendo infusiones de hierbas y comiendo pequeñas masas, el aprendiz había estado observando detenidamente las diferencias entre ambos maestros, como el mayor se abstraía del mundo exterior y como el menor se llenaba los ojos con cada detalle de la naturaleza.

De repente ambos aprendices quedaron solos y sin querer habían llegado a la misma conclusión, se miraron a los ojos y al unísono dijeron:



“Que fantástico es ver disfrutar a nuestros hijos de esta manera”



El menor jugaba con el recorrido de una hormiga, el mayor escuchaba su mp3 mientras buscaba “clavar” ese pez que nadaba entre las algas del Tajamar.

Entre mate y mate disfrutaron de aprender la simpleza de la vida.