miércoles, 29 de septiembre de 2010

Pilares

Mujer, aquella que me dio la luz
que calmó mis dolores
que alimentó mi alma
mi sed de aprender
hasta poder liberarme.

Mujer, aquella que fue amiga
caprichosa compinche
de mañanas de amistad
de tardes de colegio
de sueños juveniles.

Mujer ,aquella que fuiste primera
dulce dueña de mi corazón
Caja fuerte de mis anhelos
que guardas entre tu pelo
cada gota de mi amor.

Mujer, aquella madre de mis hijos
pilar de mi frágil castillo
paciente, generosa y vivaz
que piadosa perdonó delirios
y donde había caos encontró paz.

Mujer, si, a ti te hablo
a ti que sigues hoy a mi lado
que sueña, siente y transmite
todo su ser, todo sin límites
que en silencio encuentras palabras
que fuiste, eres y serás todas
A ti, mi pequeña Claudia.

viernes, 24 de septiembre de 2010

El roce

La cita era programada, el horario extricto, entraban por distintas sendas para que nadie sospechara, para luego encontrarse en la fuente central, ahí casi sin querer se aproximaban mirando para cualquier lado hasta que sus cuerpos estaban lo suficientemente cerca como para estirar las manos y rozarse la yema de los dedos, ese toque mágico, esa electricidad que recorría sus cuerpos los hacia tremendamente felices, el amor había golpeado sus puertas y ellos supieron responderle.
Cada tarde a partir de ese otoño la fuente fue complice y testigo de ese interminable romance y ese apenas roce de manos que les hacía brillar los ojos, brindándose mutuamente la mejor y mas inocente sonrisa jamás vista.
Aída rondaba los 28 años, Rubén 10 años mayor que ella, no había diferencia, por que ellos no sabían de edades ni tiempos, la naturaleza les había hecho un pequeño regalo en uno de sus cromosomas, a cambio les había quitado el resto, por eso estaban ahí, olvidados del mundo real pero tan felices en su propio mundo, y yo, testigo oculto de esa maravillosa imagen que guardo en mi corazón.
Cuando dejé la residencia, lo que mas extrañé de mi consultorio, fue la vista que tenía desde el ventanal, directamente a la fuente en el centro del parque, pero por sobre todo extrañé, la chispa del amor que se encendía todos los días al caer la tarde con un simple rose de manos.

martes, 21 de septiembre de 2010

Sin explicación

Como explicarte que te debo la vida
como decirte que respiro al verte
que fui extranjero en tu tierra
y aún así me enseñaste a quererte.

Como explicarte que errante anduve
buscándote en cada aliento
inventándote en cada reflejo
soñándote despierto siempre estuve.

Como explicarte que busqué en mil caras
la sonrisa que me devuelva la mía
y solo pude encontrarla cuando te veía
en mi propia mirada.

Como explicarte que ahora que te tengo
el infinito es pequeño cuando te veo
tu cuerpo y mi cuerpo son universo entero
tus pasos son los míos cuando voy y vengo.

Como explicarte...
mi amor...
como explicarte...

jueves, 16 de septiembre de 2010

Nuestro estandarte


De tus entrañas vimos la luz
y la vida nos mostraste
ya no estas como pensaste
pero en todo te encuentras tu.

Eras guía, compañera, amiga
instructora de vuelo en sueños
practicante de norte sin dueños
Jesús, José, María y el sol del alma mía.

Eras sin duda madre querida
nuestro mayor estandarte
lástima ya no poder darte
todo cuanto querías.

Un ángel vino un día
de tu mano al cielo llevarte
estamos todos juntos y unidos
tal como siempre soñaste.

Feliz  Cumpleaños Viejita Querida.

lunes, 13 de septiembre de 2010

Cuéntale

Cuéntale absolutamente todo
que lo nuestro no es pasar
que te amo y me amas
sólo eso y nada más.

Cuéntale que tus noches son mías
que tus frías tardes mis sol entibia
que tus mañanas grises
se tiñen de colores cuando sueños pintas
sólo eso y nada más.

Cuéntale que cada cachetada suya
es curada por mis manos
que sus crueles palabras
ya no te hacen daño
que sólo la estela en el mar dejarás.

Ve cuéntale todo
absolutamente todo
que eres mía…
sólo eso y nada más.

miércoles, 8 de septiembre de 2010

Todo

Llévate todo, todo cuanto quieras
pues nada queda ya de aquel que fuera
mi rostro mustio mi piel reseca
falto de lágrimas hastiado de grescas.

Llévate todo, todo cuanto quieras
ya nada tengo, nada me has dejado
solo con mi desamor, solo y marchitado
ya nada tengo que tu no tengas.

Anda, llévate todo, todo cuanto quieras
te vas creyendo sobre mi saberlo todo
no sabes que podré elevarme sobre el lodo
devolviéndote todo cuanto me dieras.

Llévate todo, todo cuanto quieras
sin nada y al fin libre de tus garras
limpiaré la carroña de mi casa
para resucitar cual fénix de la hoguera.

lunes, 6 de septiembre de 2010

Mañana

Quien puede decir como será mañana
si estaré aquí para llenarte de besos
ó seré parte de lo etéreo para rodearte por dentro.
No quiero pensar en el futuro si estoy contigo,
me bastan tus latidos si acuno mis sueños en tu pecho
por que son esos sueños los que dicen que estoy vivo.
Tu piel es mi carretera y tus ojos el mapa que me guía
en esta mi loca manía de amarte hasta perder la razón.

Quien puede decir como será mañana
y poco me importa realmente
si al despertar y con el sol naciente
veo mi sonrisa en tus ojos dibujada,
y un “te amo” me regalas así, sin más,
por el simple hecho de mirarte y tenerte.

Quien puede decir como será mañana
hoy te amo ...
mañana ...
mañana, un poco más seguramente.

jueves, 2 de septiembre de 2010

Toma mi mano

Cada vez que te veía mi corazón palpitaba mucho más a prisa de lo que hubiera querido, por momentos imaginaba que sentirías mis latidos al pararte cerca de mi, todas las mañanas esperaba el tren que nos llevaba a la ciudad, para buscar tu mirada y encontrar tu sonrisa.
Pasaron semanas hasta que te percataste de mi presencia, por fin mi existencia se te hizo visible, y otras tantas para que supieras mi nombre, estábamos llegando a su recta final del año lectivo, para ti este año era “tu año”, en cambio yo apenas estaba saliendo de mi cascaron aunque mis hormonas revolucionadas por la proximidad de la primavera y por el perfume en tu piel decían lo contrario, mas de una vez tuve que cubrir mi anatomía cuando te sentabas a mi lado y tu rodilla rozaba la mía.
Me confesaste tu miedo a la oscuridad y que cada túnel era un suplicio para ti, descubriste que mi mano era tu salvadora y yo, me sentía el superhéroe que venia a tu auxilio, eran unos pocos segundos, pero cada uno de ellos eran los más felices de mi vida.
Subí un poco mas temprano de lo normal, dudé en dejar ese tren y esperar el próximo por miedo a perderme de tu compañía, pero subí igual confiando en mi suerte. Recorrí los vagones buscándote, por fin te vi haciéndome señas y tu sonrisa pronunciando mi nombre, que feliz que era con tan poco, tu sonrisa hacía que olvidara donde estábamos y me transportaba a lugares imaginarios donde el sol se sonrojaba con el brillo de tus ojos, me senté mas animado de lo normal, mientras te contaba mi mañana te tome de la mano anticipando el túnel y al entrar en el acerque mis labios a tu oído para dejar caer un “te quiero” no sabia que iba a pasar cuando la luz volviera pero en ese instante tu mano acariciando la mía me dijo todo lo que deseaba oír.
Un segundo después todo era caos, aturdido por el estallido no podía escucharte, atrapado entre asientos destrozados, busque tu rostro, estabas un poco mas lejos, con la mirada perdida, asustada, trate de levantarme pero no pude, mis piernas no entendían el mensaje, estiré mi brazo alcanzando tu mano, pero un dolor inmenso en mi vientre y la visión de mi pierna hecha un amasijo de hierros y carne me volvieron a la realidad, me desvanecía, levanté la mirada una vez mas y un hilo de sangre se escurría entre tus labios, me miraste con la dulzura de mil madres y dijiste “yo también te quiero”
Hoy estas ruedas que me sostienen, me llevan una vez más para decirte “te quiero”, solo que ahora me contento con imaginar tu sonrisa y aquel “yo también”, mientras miro el frío mármol que lleva grabado tu nombre y ese 11  de marzo, de aquel día camino a Madrid.

miércoles, 1 de septiembre de 2010

Libre

Tus besos saben a hiel
cuando mientes con descaro
tu cuerpo sacia sus temblores
con las caricias de otras manos.

Cuan  grande es el vacío
que deja tu cuerpo en mi cama
frío el dolor en el pecho,
frío el dolor en el alma.

Maldita mi necedad constante
que me tiene preso y mantiene inerte
maldita la necesidad de la carne,
maldita la obsesión por tenerte.

Pero es tiempo de cortar amarras
aun en jirones batir las alas y volar
hoy he podido sentir por vez primera
que ya no eres mía…
y que nunca más lo serás .