Cuando la tortuosa noche golpea mi lecho
el universo se reduce a la mínima expresión
unas pocas pinceladas acarician el lienzo
ajado, sombrío y gris de mi habitación.
Sombras errantes desgranan diamantes de sal
que oradan mi mustio y ajado rostro
licuándose en mis ojos, rodando y sin final
humedecen las cerdas de mi pincel
que tambaleante se deja llevar
retratando el último momento aquel
que dejaras en mis retinas,
apagándose …
de a poco…
casi se me olvida.
Me complace dolerme de mi dolor
pues fue mío el error que te arrancara de mi lado
necio infame terco y alocado
rodé caminos pétreos como mi corazón
de noches libertinas donde el exceso y el alcohol
me arrastraron a la rutina de perderte cada día
cada sol, cada luna, cada lágrima por ti vertida
hoy solo ha quedado el último momento aquel
que dejaras en mis retinas
apagándose …
de a poco ...
casi se me olvida.
el universo se reduce a la mínima expresión
unas pocas pinceladas acarician el lienzo
ajado, sombrío y gris de mi habitación.
Sombras errantes desgranan diamantes de sal
que oradan mi mustio y ajado rostro
licuándose en mis ojos, rodando y sin final
humedecen las cerdas de mi pincel
que tambaleante se deja llevar
retratando el último momento aquel
que dejaras en mis retinas,
apagándose …
de a poco…
casi se me olvida.
Me complace dolerme de mi dolor
pues fue mío el error que te arrancara de mi lado
necio infame terco y alocado
rodé caminos pétreos como mi corazón
de noches libertinas donde el exceso y el alcohol
me arrastraron a la rutina de perderte cada día
cada sol, cada luna, cada lágrima por ti vertida
hoy solo ha quedado el último momento aquel
que dejaras en mis retinas
apagándose …
de a poco ...
casi se me olvida.