Voy a estar medio perdido por unos días, prometo a la vuelta ponerme al día con todos, gracias por estar
Me preguntaba a mi mismo que mierda hacia en ese bar; revisando visualmente aquel antro, me encontré con cuadros de Gardel, de Julio Sosa, una caricatura del Polaco colgada de la puerta de la heladera, una heladera enorme de madera que ocupaba casi toda la pared posterior del local, 5 mesas cuadradas para cuatro personas, mas la única mesa redonda en la que cómodamente cabíamos cinco personas, sonreí pensando en el programa “Polémica en el Bar” no pude encontrar la foto de Fidel Pinto pero estoy seguro que si hurgaba en los cajones la sacaba en dos patadas.
Julio Sosa encabezaba el repertorio del día de la fecha en un cassette color naranja, doy gracias que siempre me gustó el tango y que Don Julio es mi preferido, ya que sin querer, me encontré cantando por lo bajo mientras saboreaba la cerveza ajeno a toda la conversación que se desarrollaba en la mesa.
- …Sooool de mi viiiidaaaa fui un fracasaouuu y en mi caiiiiida busque dejarte a un lauuu, por que te quise taaanto, taaanto ….. – de repente me di cuenta que los cuatro me miraban callados y que el Pampa había dejado el vaso en el mostrador.
- Perdón … me colgué no se donde … - una carcajada rompió el silencio, uno de ellos se paró y comenzó a aplaudirme
- El Pelado tenía razón, que pedazo de hijo de …. Así que el hijo de Lechuga también canta !!!! es todo un hallazgo!!!
Me tomó por sorpresa su comentario, a mi viejo le decían Lechuga y obviamente yo era “Lechuga chico”
- Dale Gordo mové el traste y trae el álbum así desburramos al pibe!! - No creo que te acordes de mi, pero cuando tenias 6 años me decías Tío, Tío Lucio, éste es Carlitos, aquel colorado es Santos y el de la cara de culo es el Gordo Mario.
Comenzó ojeando el álbum de fotos hasta que dio con una en la que mi viejo estaba en la mesa con otros cuatro y yo en su rodilla, con no mas de 3 años, el Tío Lucio hizo de vocero del grupo.
- Está claro cual es tu viejo pero de los otros solo quedamos Santos y yo, tuvimos algunas incorporaciones para lograr siempre el numero impar, es la forma de opinar sin terminar a las trompadas jejeje. Tu viejo dejó de venir por que decía que no era lugar para un nene y como vos lo seguías a sol y sombra obvio que te eligió a vos, aunque en secreto cada tanto se escapaba a tomar un tintito con nosotros. Esto no es de todos los días ni siquiera tiene días fijos, solo estamos cuando queremos, cuando podemos y nos gustaría que Lechuguita ocupara el lugar del Pelado, por cierto, hoy festejamos su velorio, el nos pidió un brindis cuando no estuviera y nos dijo que ese día encontraríamos alguien para reemplazarlo, bueno… no lo vas a reemplazar nunca, pero es como si fuese una profecía y hay que cumplirla. Si te animas a soportar a cuatro viejos chotos pelearse por cualquier cosa, llegate, el Pampa siempre tiene cerveza fría y por ahí te enseñamos a tomar un buen tinto entre amigos, que decís ??
Después del monólogo y de semejante metida de pecho acerté a decir
- Pero con una condición …
- Ya cagamos – Dijo el Gordo Mario
- Tranquilo, no se me enoje de una, lo mío es fácil, la próxima ronda la garpo yo o no me enganchan mas!. Melo se paró y con una gran sonrisa en los labios dijo:
- Sos igualito que tu viejo, bienvenido a esta mesa, ahora ya estamos completos de nuevo, brindemos por el Pelado.
Los vasos chocaron y pase la tarde mas instructiva de toda mi vida, no eran bohemios, ni poetas, ninguno era sabiondo ni suicida, pero había tanto por aprender, tanto por crecer.