jueves, 27 de agosto de 2009

El destello

Voy a republicar un cuento que estaba en el viejo "vo so o te hace" a pedido del amigo Sebastian quien tuvo la gentiliza de volver a leer y recordar algo de este cuento.
Originalmente fue escrito en dos partes pero hoy les ahorro la espera y largo con la version full.
El destello
Iba por la ruta camino al sur, una ruta interminablemente aburrida, una noche sin luna, tan oscura que la inmensidad del campo se perdía en el horizonte haciéndose uno solo con el oscuro azul del firmamento.
Tenia miedo de dormirme asíque puse un cd con un volumen excesivamente elevado como para mitigar la soledad del viaje y mis horrores de afinación al cantar a viva voz cada tema.
No pude darme cuenta en que momento el cansancio me venció pero lo próximo que vi fue un destello y seguidamente un techo color gris, mucha luz, tanta que me impedía ver realmente lo que me rodeaba, solo pude sentir alguien que me tomaba del brazo y hundía en mis venas una aguja hipodérmica, el ardor inundo mi brazo y casi en el mismo segundo mi cuerpo, la sofocación era total y volví a perder el conocimiento.
Cuando desperté estaba en una silla de ruedas y frente a mi, un gran parque con flores de todos colores dispuestas de tal forma que adornaban la gran fuente central; tarde en reaccionar pero lo primero que atine fue a mover las piernas para comprobar si esa silla seria mi compañera por el resto de mis días, felizmente mis dedos se movieron, mi rodilla levanto mi pierna y su compañera hizo lo mismo, respire por fin sabiéndome sano y entero.
Lentamente me incorpore intentando vencer el mareo y la desorientación, seguramente producto de la mendicación que habría en mi cuerpo, camine por el sendero que daba a la fuente de agua y pude divisar la silueta de una niña de unos 14 años, muy delgada, de pelo negro y enormes bucles que caían sobre sus hombros, ella también tenia una bata blanca cubriendo su cuerpo, lo que confirmo mi sospecha debía estar en algún centro asistencial y seguramente habría tenido un accidente al dormirme en la ruta.

Revise mi humanidad pero si bien mi cuerpo estaba dolorido, no estaba lastimado, algunas marcas en los brazos y las piernas pero nada serio, la cabeza todavía me daba vueltas y un gusto metálico se juntaba en mi saliva, junte fuerzas y agite mi brazo para llamar la atención, quería saber donde estaba, por suerte ella ya se había percatado de mi presencia y vino a mi encuentro.

.- Hola por fin despertaste - dijo con el desenfado propio de los chicos de su edad.
.- Hola, me llamo Juan, estas sola ? , y tus papas ?, hay mas gente ?, donde estamos ? , ya me habías visto antes ? hace mu....
Su risa me devolvió tranquilidad y me hizo ver la catarata de preguntas que había disparado en una fracción de segundo, respire hondo y trate de calmarme.

.- Mi nombre es Adela, estamos solos por que han trasladado al resto, esto es el parque del Hospital Central y todas la mañanas te traen acá para que tomes sol, ya sabia tu nombre pero es la primera vez que te veo despierto, que te paso ???
.- No se, estaba manejando y desperté acá, estoy muy confundido, supongo que me dormí manejando, un dolor agudo me taladro la cabeza y tuve que sentarme de nuevo para no caerme.
.- Tranquilo! - me dijo - yo te ayudo, mañana van a pintar todo el lugar y seguramente nos van a llevar a la Clínica del sol muy cerquita de acá hasta tanto esto se ventile.
.- Vos, estas bien ?? - pregunte cuando pude volver a pensar -
.- Si, pero veo que vos no! al menos no todavía -volvió a sonreír-, contame de donde sos ?

Cuando quise hablar nada vino a mi mente, sabia que me llamaba Juan pero no recordaba nada, salvo el auto, la música fuerte, un gran destello, pero nada mas, el dolor volvió a perforar mi cerebro y todo se puso negro.
Abrí muy lentamente los ojos pero esta ves solo pude ver todo de color blanco, las luces de nuevo me cegaban y el dolor de la cabeza era tremendo, unas sombras detrás mío me indicaban que no estaba solo, trate de girar el cuello para ver quienes eran pero no pude, intente levantar mi brazo pero no respondió, mi cuerpo entero estaba paralizado solo podía ver hacia arriba, el terror se apodero de mi, quise gritar pero tampoco salía nada de mi garganta, por Dios que es lo que me esta pasando ....
Las voces parecían murmurar un idioma que no llegue a comprender, supongo que era por efecto de algún anestésico y mi confusión general, trate de agudizar mis oídos pero no pude mas que percibir algunos sonidos guturales sin sentido, fue cuando las sombras detrás mío comenzaron a moverse, de repente alguien tapo mis ojos con una sabana y solo podía ver difuminados los cuerpos que se apoderaban del mío moviendo mis extremidades, no sentía absolutamente nada pero podía ver las sobras de mis piernas o mis brazos .

La sabana fue cediendo y entre movimiento y movimiento creí ver unas figuras, pero no estaba seguro sus contornos eran grotescos como si, como si .... no fueran humanos, enseguida alguien alzo mi brazo y lentamente el dolor fue incrementándose y volví a sentir mis extremidades, y las sombras simplemente se desvanecieron, cuando pude mover el brazo saque la sabana que cubría mi rostro utilizando gran parte de mi fuerza logre sentarme, el lugar era como un quirófano, pero no tenia ninguna incisión, no me habían operado, había maquinas conectadas a mis brazos y piernas en agujas que los atravesaban milagrosamente no sentía el dolor trate en vano intentar quitármelas por que a cada movimiento le seguía ese dolor horrible dentro de mi cabeza, por fin volví a sentir ruidos, apareció frente mío la niña del jardín son su sonrisa amplia y tranquilizadora me pidió que no me moviera que enseguida todo iba a mejorar que le habían dicho que mi cuerpo ya estaba listo y que no debía preocuparme, pero listo para que ???
Algo me llevo a tomarla por los brazos y sacudiéndola en el aire le grite

.- Listo para que ??? Listo para que ???? que me están haciendo ???? Donde estoy ???
Enajenado la aparté de mi arrojándola sobre una de las maquinas, ella no dejaba de mirarme y sonreír, la tierna sonrisa se transformó en una mueca macabra, su risa en carcajada y entraron media docena de tipos en trajes rojos, con cuerpos y caras deformes, agarrándome de todas partes para lograr que me inmovilizara, la muy maldita me miraba y me gritaba

.- Quedate quieto!!! no te muevas que es peor!!! quedate quieto, ya todo esta por terminar!!

Sentí que mis piernas se le rasgaba la carne a mi ultimo grito de espanto le siguió un destello que me encegueció los ojos, la intensidad de un reflector me daba de lleno en la cara, había sirenas dos bomberos con linternas en sus cabezas estaban agarrándome para sacarme entre los hierros retorcidos de lo que debía ser mi auto, mis piernas estaban totalmente ensangrentadas pero ellos no dejaban de expandir el metal y tratar de sacarme de ahí, una vos me seguía diciendo

.- Quedate quieto por favor , no te muevas que es peor, ya todo va a terminar - al mismo tiempo gritaba - Juaaann!!!! prepara el traslado, pinten toda la pierna con pervinox, conectenlo a las maquinas, no quiero que se nos vaya, por favor apaguen esas sirenas que nos van a volver locos a todos.

Sonreí y me deje caer .....

jueves, 20 de agosto de 2009

La Luna en Diciembre


La luna brillaba sobre un oscuro mar azul salpicado de estrellas, las olas hacían que su imagen se desdibujara grotescamente, pero aun así era hermosa, un niño miraba por su ventana extasiado por ese momento, dejando volar su imaginación más allá de su mundo, mas allá de las estrellas, mas allá de su propia existencia.
Su mirada apagada y melancólica dejaba ver la tristeza que lo consumía por dentro, no me pude aguantar y me acerque así sin más, buscando descubrir por que esos grandes ojos marrones me infundían tanto dolor.

.- “Hola, que linda vista que tenemos esta noche verdad”, dije tratando de lograr un acercamiento, un suspiro profundo fue su repuesta, sabia que estaba interrumpiendo su viaje, que lo estaba sacando de su mundo, un mundo que no era el mismo en el que estábamos parados en ese momento, un mundo que seguramente le aliviaba el alma.

.- “Mi nombre es Francisco” – extendiendo mi mano trate de romper el abismo que nos separaba, el niño pestañeo sacudió su cabeza suavemente, encogió sus hombros en franca señal de resignación y mirándome con sus enormes ojos cafés dijo

.- La Luna aunque esta llena de estrellas esta sola verdad?? – su pregunta realmente de desconcertó.
.- A que te referís con sola??, en este universo nadie esta solo.
.- No hay otra Luna que la acompañe y las estrellas están demasiado lejos para consolarla
.- Por que crees que la luna esta desconsolada ?
.- Mira la palidez de su rostro, mira como cada mes intenta brillar con fuerza y cada mes termina a oscuras muy sola, muy fría.
Seguía tratando de digerir sus comentarios pero no lograba entender hacia donde se dirigían.

.- Es una mirada muy triste la tuya, por que no pensar al revés que cada mes las sombras tratan de taparla pero ella finalmente triunfa de las tinieblas y brilla como nunca.
.- Francisco me dijiste ?
.- Si. - Volvió a encoger los hombros, un largo pero suave suspiro lo acompaño esta vez.
.- Vos no sos huérfano verdad ?? Digo... nunca estuviste acá por que tus papas te dejaron.
.- No, es cierto pero estoy acá por que disfruto de la compañía de Uds. y trato de ayudarlos.
.- A si ?
.- Claro lo que sea que necesites solo pedímelo.
.- Podes ser mi Papá
.- No no puedo pero pue…..
.- Entonces no podes ayudarme – sentencio
Nos quedamos en silencio no pude mas que acompañar ese dolor profundo que la ausencia de sus padres le producía.
Al rato se levanto como si se hubiera acordado de algo, se introdujo en su cama y se tapo hasta las orejas.
Sin decir nada comencé a irme despacio, antes de atravesar la puerta sentí su voz que preguntaba muy abajo de las cobijas.
.- Francisco era no ??
.- Si conteste
.- Me llamo Guille, pero todos me dicen el loco.
.- Un gusto Guille
.- Mañana podes volver ??
.- Claro mañana estaré acá. Buenas noches Guille, dije casi susurrando
.- Buenas noches Fran.
Su voz sono menos triste pero supe que tendría que hacer mucho para que ese niño volviera a sonreír.
Saliendo por el corredor del Instituto pude ver lo sola y triste que estaba la luna en una hermosa noche de Diciembre.

miércoles, 19 de agosto de 2009

Moldear o no moldear esa es la cuestion


Muchos pesaran que los libros de autoyuda en realidad ni te ayudan ni son automaticos, a mi me gusta leer historias que suelen o no dejarme algo, este texto que voy a pegar a continuacion me vino a la memoria hoy despues de darme cuenta que me habia equivocado en una eleccion fundamental para la vida de uno de mis hijos, pero que siempre se esta a tiempo para abrir la cabeza , espero lo disfruten:


El niño

Había una vez un niño que iba al colegio.
Era un niño muy pequeño.
Y la escuela era muy grande.
Pero cuando el niño
vio que podía entrar en su aula
directamente desde la puerta principal
se sintió feliz,
y la escuela ya no le pareció tan grande.

Una mañana,
cuando el niño llevaba ya un tiempo en el colegio,
la maestra dijo:
-Hoy vamos a hacer un dibujo.
“¡Qué bueno!”, pensó el niño.
Le gustaba hacer dibujos.
Podía dibujar de todo:
leones y tigres,
pollos y vacas,
trenes y barcos.
Y sacó su caja de crayones
y empezó a dibujar.

Pero la maestra dijo:
-¡Esperen! ¡No empiecen todavía!
y el niño esperó a que los demás estuvieran listos.
-Ahora –dijo la maestra-,
vamos a hacer flores.

“¡Qué bueno!” –pensó el niño.
Le gustaba hacer flores,
y empezó a hacer flores lindísimas,
con sus crayones rojo, anaranjado y azul.

Pero la maestra dijo,
-¡Esperen! Yo les mostraré cómo.
Y dibujó una flor en el pizarrón.
Era roja, con un tallo verde.
-Listo –dijo la maestra-.
Ahora pueden empezar.
El niño miró la flor de la maestra.
Después miró su propia flor,
le gustaba más la suya que la de la maestra.
Pero no lo dijo,
simplemente dio vuelta la hoja
e hizo una flor como la de la maestra.
Era roja, con un tallo verde.

Otro día,
cuando el niño había abierto la puerta
de la clase, él solito,
la maestra dijo,
-Hoy vamos a hacer algo con plastilina.
-“¡Qué bien!” –pensó el niño.
Le gustaba la plastilina.
Podía hacer de todo con plastilina:
víboras y muñecos de nieve,
elefantes y ratones,
autos y camiones...
Y empezó a apretar y tironear su bola de plastilina.
Pero la maestra dijo,
-¡Esperen! ¡No empiecen todavía!
y esperó hasta que todos estuviesen listos.
-Ahora –dijo la maestra-,
vamos a hacer un plato.
“¡Qué bueno!” –pensó el niño.
Le gustaba hacer platos,
y empezó a hacer algunos
de todas las formas y todos los tamaños.
Pero la maestra dijo,
-¡Esperen! Yo les mostraré cómo.
Y les mostró a todos cómo hacer
un plato hondo.
-Listo –dijo la maestra-,
ahora pueden empezar.
El niño miró el plato de la maestra.
Después miró el suyo.
Le gustaban más sus platos que el de la maestra,
pero no lo dijo,
simplemente volvió a formar nuevamente una bola
con su plastilina, e hizo un plato como el de la maestra.
Era un plato hondo.

Y muy pronto el niño aprendió a esperar
y a observar,
y a hacer las cosas como su maestra.
Y muy pronto
dejó de hacer cosas solo.
Y entonces ocurrió que
el niño y su familia
se mudaron a otra casa,
en otra ciudad,
y el niño
tuvo que ir a otra escuela.
Esta escuela era aún más grande
que la otra,
y no había una puerta directa
hasta su clase.
Tenía que subir unas escaleras muy altas
y caminar por un corredor
hasta llegar a su aula.
Y el primer día
que asistió a clase, la maestra dijo:
-Hoy vamos a hacer un dibujo.
“¡Qué bueno!”, pensó el niño.
Y esperó que la maestra
le dijera qué hacer,
pero la maestra no dijo nada.
Sólo caminaba por el aula.
Cuando llegó hasta el niño dijo:
-¿No quieres hacer un dibujo?
-Sí –dijo el niño. -¿Qué vamos a hacer?
-No lo sé hasta que no lo hagas –dijo la maestra.
-¿Cómo lo hago? –preguntó el niño.
-Bueno, como quieras –dijo la maestra.
-¿Y de qué color? –preguntó el niño.
-Cualquier color –dijo la maestra-,
si todos hicieran el mismo dibujo
y usaran los mismos colores,
¿cómo sabría quién hizo cada cosa,
y cuál es cual?
-No lo sé –dijo el niño.

Y empezó a hacer flores color
rosa, anaranjado y azul.

Le gustaba su nueva escuela,
pese a que no tenía una puerta
directa desde afuera.


Me supongo que por eso a los niños se los educa y a los locos se los encierra.

lunes, 17 de agosto de 2009

El angel moreno


Su corazón le latía fuertemente, tanto que su pecho le dolía como si se lo arrancaran de cuajo, sus manos sudaban y le era totalmente imposible ocultar su nerviosismo. Finalmente ella se acercó y con total desparpajo dijo:
.- "Que haces lindo! me dijo la Tere que querías hablar conmigo, soy toda oídos...

Era casi de noche, el frío de la tarde se hacia sentir en sus mejillas, pero quien se preocupa por el frío a los 16, a demás el sentía el fuego de miles de volcanes dentro de su cuerpo. Tenia frente de si la imagen misma de un ángel, ella, una hermosa morocha de 15 años con una sonrisa solo comparable a la ternura de sus ojos.
El un año mayor, estaba en el ultimo año del comercial, un tanto delgado pero su simpatía natural equilibraba toda falta en su fisonomía.

El tiempo se había detenido en ese instante, todas las tardes que pasó contemplándola y todas las noches en las que memorizo cada una de las palabras que tenia que decirle, se habían congelado y a pesar de todo su fuego le costaba iniciar el diálogo.

El dolor se hacia mas y mas intenso y el corazón resonaba en su interior tan fuerte que pensó que ella podía oírlo, finalmente entreabrió sus labios y dijo:

.- Te quería preguntar si queres venir a la fiesta del Mati, es mañana, hay que ir en pareja y yo pensé...... que.... , bueno no se si te parece ...

Sus piernas estaban a punto de jugarle una mala pasada pensando el las mil y una forma que ella podía decirle que no, sin embargo se mantuvo de pie y espero estoicamente la palabra asesina.

Ella lo miro a los ojos, sonrió levemente, desvió la mirada hacia el piso y finalmente le dijo

.-Me encantaría.

De repente el dolor seso, el corazón comenzó a normalizar su ritmo y una luz de esperanza le nublo la vista, fue algo segador como si ese ángel moreno viniera a rescatar su cuerpo dolido.

Sintió la tibia mano que tomaba la suya abrió sus ojos sobresaltado y finalmente se vio en la sala de emergencia del hospital municipal rodeado de médicos que le sacaban cables de su viejo cuerpo, corroído por los años y las duras batallas que la vida le había impuesto, primero no entendió, pero finalmente al ver como de su mano estaba aquel ángel moreno de ya no tan larga cabellera pero con los ojos llenos de ternura como aquella tarde de invierno, se le acercaba para besarlo en la frente, supo que aun con el paso inexorable del tiempo, el ángel que siempre había estado a su lado a lo largo de sus 80 primaveras, volvía a salvar su cuerpo dolido.

sábado, 15 de agosto de 2009

Retomando...


Solo un borrador es la antesala de aquellos cuentos que nunca escribí y la continuación de alguna zaga que una vez comencé.

Solo un borrador es simplemente eso, un lugar donde dejo volar las pocas neuronas sanas que me quedan y que obligan a estos cansados dedos a traducir en un lenguaje medianamente legible aquellos sentimientos, ideas, locuras, desbandes etc etc y sobre todo etc.

Pido disculpa a todos aquellos literarios que lean mis locuras por los dolores de cabeza ocasionados y por sobre todas las cosas entiendan que esto es ....

Solo un borrador.