jueves, 2 de septiembre de 2010

Toma mi mano

Cada vez que te veía mi corazón palpitaba mucho más a prisa de lo que hubiera querido, por momentos imaginaba que sentirías mis latidos al pararte cerca de mi, todas las mañanas esperaba el tren que nos llevaba a la ciudad, para buscar tu mirada y encontrar tu sonrisa.
Pasaron semanas hasta que te percataste de mi presencia, por fin mi existencia se te hizo visible, y otras tantas para que supieras mi nombre, estábamos llegando a su recta final del año lectivo, para ti este año era “tu año”, en cambio yo apenas estaba saliendo de mi cascaron aunque mis hormonas revolucionadas por la proximidad de la primavera y por el perfume en tu piel decían lo contrario, mas de una vez tuve que cubrir mi anatomía cuando te sentabas a mi lado y tu rodilla rozaba la mía.
Me confesaste tu miedo a la oscuridad y que cada túnel era un suplicio para ti, descubriste que mi mano era tu salvadora y yo, me sentía el superhéroe que venia a tu auxilio, eran unos pocos segundos, pero cada uno de ellos eran los más felices de mi vida.
Subí un poco mas temprano de lo normal, dudé en dejar ese tren y esperar el próximo por miedo a perderme de tu compañía, pero subí igual confiando en mi suerte. Recorrí los vagones buscándote, por fin te vi haciéndome señas y tu sonrisa pronunciando mi nombre, que feliz que era con tan poco, tu sonrisa hacía que olvidara donde estábamos y me transportaba a lugares imaginarios donde el sol se sonrojaba con el brillo de tus ojos, me senté mas animado de lo normal, mientras te contaba mi mañana te tome de la mano anticipando el túnel y al entrar en el acerque mis labios a tu oído para dejar caer un “te quiero” no sabia que iba a pasar cuando la luz volviera pero en ese instante tu mano acariciando la mía me dijo todo lo que deseaba oír.
Un segundo después todo era caos, aturdido por el estallido no podía escucharte, atrapado entre asientos destrozados, busque tu rostro, estabas un poco mas lejos, con la mirada perdida, asustada, trate de levantarme pero no pude, mis piernas no entendían el mensaje, estiré mi brazo alcanzando tu mano, pero un dolor inmenso en mi vientre y la visión de mi pierna hecha un amasijo de hierros y carne me volvieron a la realidad, me desvanecía, levanté la mirada una vez mas y un hilo de sangre se escurría entre tus labios, me miraste con la dulzura de mil madres y dijiste “yo también te quiero”
Hoy estas ruedas que me sostienen, me llevan una vez más para decirte “te quiero”, solo que ahora me contento con imaginar tu sonrisa y aquel “yo también”, mientras miro el frío mármol que lleva grabado tu nombre y ese 11  de marzo, de aquel día camino a Madrid.

16 comentarios:

El Gaucho Santillán dijo...

Cuantas historias horrorosas, como esta.

Tanto odio, tendrà castigo.

Para el que lo porta, y para quien lo creò.

Bien escrito, Flaco.

su dijo...

Muy triste Flaco...mucho, recuerdo bien aquél trágico día y las lágrimas me saltan...siempre transmitiendo emociones.
Un abrazo.

noah dijo...

Flaco, supo ud poner ternura en el horror, y un "te quiero" en el dolor.

Me encanta como escribe y describe.

Felicidades muy sinceras

ElFlaco dijo...

Gaucho: Cuantas historias truncas por la estupidez humana, lo que mas me asusta es que no vamos a aprender nunca.

ElFlaco dijo...

Su: Yo tambien lo recuerdo bien y al igual que ese dia hoy no entiendo a la humanidad, por asi llamarla.
Cariños

ElFlaco dijo...

Noah: La idea de toda esa gente que perdió la vida y de los que en vida quedaron muertos me hacía muy difícil la tarea de poner algo de amor en eso, me alegra saber que pude encontrar un pequeño espacio.
Gracias de verdad.

Epístola Gutierrez dijo...

Muy bueno, muchas historias cortadas por la estupidez humana. El terrorismo es constante, sólo nos llegan noticias cuando el hecho es "importante" pero todos los días hay fanáticos haciendo lo suyo y víctimas como las de tu relato.
Un beso.

ElFlaco dijo...

Epistola Gutierrez: Lastimosamente cierto lo que dices, locos hay de todos lados, son terroristas si, por que lo único que imponen es el terror, no importa de que bando sean, es increible que siendo tan grande la humanidad unos pocos nos tengan en vilo, a la espera de su próxima locura.
Abrazo.

Anónimo dijo...

en lo personal, sólo por un instante, su narración me llevó a 15000 km hace unos años cuando el atentado en uk

me hizo estremecer

besos

ElFlaco dijo...

Laura: Cuanta locura en tantos lugares, siempre me queda la imagen de estas historias truncas, no solo las de amor, si no las de vida, tanta gente que solo pasa a ser un numero,me da escalofrios.
En mi caso el 11S me marcó profundamente ahi tome conciencia de que hoy está pasando y que puede ser en cualquier parte y por la razon que se les ocurra, no solo pasa alla lejos y a nosotros no, los siguientes atentados solo refrendaron una frase que le adjudicaron a Bin, "No volveran a dormir tranquilos".
Cariños para Ud.

Cris dijo...

De historias espantosas como estas el hombre ha llenado la tierra y hoy asistìmos a sus quejas !
Saludito
Cris//mujeresdesincuentay

Yoni Bigud dijo...

Debe haber muchísimas historias como esa alrededor de estos hechos trágicos.

Muy bueno.

Un saludo.

ElFlaco dijo...

Cris: Hoy y seguramente mañana tambien, creo que no tiene limites el nivel de maldad que el hombre en si guarda.
Saludos

ElFlaco dijo...

Yoni: Es justamente eso lo que mas me preocupa, que la mayoria de esas historias son lo que ellos llaman "daños colaterales".

Minombresabeahierba dijo...

Me lo imagino frente al frío marmol con las preguntas sin respuesta.

Y ya casi 7 años de ese tren llegando a Atocha...

Y sin embargo parece que fue ayer. Porque al menos en mi, el dolor no tiene una dimensión temporal.

Abrazo

ElFlaco dijo...

Minombresabeahierba Lastima que estos hechos conformen parte de la historia y que sean estos mismos hechos de los que siempre nos acordamos y no de los buenos.
Claro está que no se puede y no se debe olvidar tamaña atrocidad.
Abrazo.